miércoles, 20 de noviembre de 2024

Eva: Del Rastro al Paraíso. Jesús Sastre

El domingo pasado volví de mi vuelta por el Rastro con los ojos llorosos. Me dieron la mala noticia de que Eva, ya estaba en el Paraíso, se había muerto y había vuelto al Paraíso de donde salió.

Eva en todo su esplendor
En mis paseos, que a veces son expediciones, por el mercadillo dominical, paso revista a los vendedores conocidos: Antonio y su hermana que vocean sus láminas de Madrid; Pilar con sus bisuterías de los cinco rincones del mundo; Bienvenido entre sus pilas de objetos… A Javier le echo en falta, pero con alegría, porque se jubiló y ya no va ni a comprar, y así hasta un par de docenas de vendedores de tesorillos, que cada vez se hacen más raros de encontrar. Quizás es por eso que el disfrute es mayor cuando surge algo extraordinario.

El tenderete de Eva y sus ayudantes se sitúa en la parte suroeste del contorno central de la Plaza Vara del Rey. Un kiosquillo cuadrado a media altura repleto de cosas y dominado por la vista de Eva, que siempre estaba sentada y controlando todo. En las esquinas hasta cuatro ayudantes que van y vienen, que charlan y discuten entre ellos, suministran mercancías y cachivaches a la demanda de los clientes que quieren ver, tocar y cerciorarse del estado de cada artilugio. Uno creo que es hijo suyo, y los otros lo parecen. Eva era la madre de todos con su humanidad. Su estaribel es como un “Cutre Inglés” repleto de los más vulgares o extravagantes objetos, una pila de libros, un montón de CD’s con música, películas o aplicaciones informáticas. Eva tenía siempre a mano la sección de perfumería, accesorios y telefonía, sin prisa, pero sin pausa daba explicaciones o consejos a quien se lo demandara. En el centro, amontonados juguetes, adornos, floreros, juegos, portafotos, guantes, pelucas … y no importa qué, se entremezclan y reclaman una atención especializada para comprender que comparten en su proximidad. En los bordes cuelgan otros mil y un cachivaches, pañitos bordados, cables informáticos, una cuerda de cortina con galón… y se unen a bolsas, maletas, cajas, capachos abiertos que ofrecen cada uno más enjambres de cosas.


Eva era natural de Palencia, una palentina nada fina, cuando tenía que decir algo lo decía alto y claro. Era rotunda, oronda y coqueta. En ocasiones la llevaba aparatos, revistas, dvd’s para aumentar sus provisiones y pelábamos un poco la hebra, sobre achaques y placeres de la vida. Para ella un par de huevos fritos con torreznos, si les comes con gusto no pueden hacer mal a nadie. Siempre estaba sentada con sus kilos de más. Siempre estaba acicalada y adornada con sus complementos de vivos colores. Cuando llevaba cámara de fotos no se resistía y posaba con su nuevo adorno, cinta, sombrero, broche… alguno confeccionado

por mi madre. Me contó que estaba pendiente de que hicieran una exposición fotográfica con sus retratos, realizados por un profesional de La Rioja o de Navarra, no recuerdo bien. Espero que en la red podamos verlos y disfrutar de su presencia imaginaria.

Aún queda su tenderete, pero no será lo mismo.

Espero que en el paraíso sigas repartiendo felicidades en forma de productos rebajados. Si ves a “El Beni”, dile que los dos sois amiguetes míos, seguro que se hace cliente habitual de tu puesto rastrero y te tira fotos, y te regala algún bocadillo con panceta, calamares y bonito.


domingo, 13 de octubre de 2024

Don Manolito. Ensalada Madrileña.Paco Gómez.




Don Manolito" es un sainete en dos actos, y tres cuadros con texto original de Luis Fernández de Sevilla y Anselmo C. Carreño y música de Pablo Sorozábal. 

Se estrenó el 24 de abril de 1943 en el Teatro Victoria de Madrid.

Don Manolito, un jovial hombre maduro, está enamorado de Margot pero le abruma la diferencia de edad y que ella parece “estar” por Guillermo, hasta el punto de decirle que te quiero tanto, tanto, que nunca me casaré contigo. Finalmente las cosas se le ponen “a huevo” a Don Manolito al incitarlo el tío de Margot al casorio. Guillermo se marcha al monte, ya que no le gusta Margot. El Acto II se inicia con la célebre Ensalada madrileña “¡Viva Madrid, que sí, que sí!".

Letra Original: 

Viva Madrid que sí que sí.

do re mi fa sol la si, do re mi

El canto del milano se llama esta canción,

se canta en el invierno del ronco viento al son,

perejil don don perejil don don las armas son.

Del nombre viruli del nombre virulón.

Morito pititon del nombre viruli

arrevuelto con la sal, la sal y el perejil

don don perejil don don perejil don don,

las armas son, del nombre viruli del nombre virulon.


El amor no es solo un niño es también un otoñal.

No hay edad en el cariño, el amor no tiene edad.


En Madrid hay una niña que Catalina se llama

chiviriviri morena, chiviriviri salada.

En Madrid hay un palacio que le llaman de oropel

y en él vive una señora que la llaman Isabel.


La Puerta de Toledo tiene una cosa

viva Madrid que sí que sí que sí.

Tiene una cosa que se abre y que se cierra como las otras,

que se abre y que se cierra como las otras.


Y es cosa rara que siempre que se cierra queda cerrada,

que siempre que se cierra queda cerrada

viva Madrid que si que si que si ¡¡Ma…..drid!!


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Verdi en Madrid. Paco Gómez.

 


Mucho podemos encontrar sobre este genial compositor, por lo que dedicaré unas pequeñas líneas a su estancia en nuestra ciudad.

A principios de año de 1836, Verdi viajó a España, y en concreto a Madrid. el motivo de su viaje era el estreno de la ópera "La forza del Desino".

Este viaje lo aprovechó para realizar una gira por diferentes ciudades españolas, quedando muy impresionado de las ciudades andaluzas.

Giuseppe Verdi, acompañado de su esposa, llegó a Madrid el 11 de enero de 1863.



Se instaló muy cerquita del Palacio de la Ópera. Una placa recuerda el hecho histórico. En concreto en el número 6 de la plaza de Oriente, en una fonda,  la casa Castaldi, lugar de alojamiento habitual de los numerosos cantantes y músicos contratados por la empresa del Teatro Real. 

El Teatro Real no reparó en gastos y contrató a los mejores cantantes, la soprano francesa  Anne Caroline Lagrange, el tenor Fraschini, el barítono Giraldoni y el bajo Cotogni con Emilia Méric-Lablanche como Preciosilla.



Desde aquí le quedaba muy cerca el lugar de trabajo. Empezó con los preparativos y tras varias semanas de intensos y frustantes desastres en el ensayo de la obra, en los que nada parecía salir bien, y enfrentamientos con el autor de la obra original, El Duque de Rivas. La ópera estaba basada en la obra de éste "Don Álvaro o la fuerza del sino". Llegó la fecha del estreno, el 24 de Febrero´, el éxito fue espectacular. 



A esta representación asistió Isabel II, además de los escritores Pedro Antonio de Alarcón, Rosalía de Castro y el propio Duque de Rivas. Un éxito pero con matices, claro. La crítica le acusó públicamente de “haber traicionado al Duque de Rivas”, quien tampoco ocultó su decepción por los cambios introducidos en el argumento, no estando tampoco de acuerdo con el dinero recibido por los derechos de la adaptación.

Dos días más tarde del estreno, y a pesar del frío y de las malas comunicaciones, los Verdi, visitaron El Escorial, Toledo, Sevilla Cádiz, Jerez de la Frontera, Málaga y Granada.

En su estancia en Madrid no acudió a ningún acto social, pero si encontró el tiempo para retratarse por el afamado fotógrafo Jean Laurent, quien retrató a su mujer y a todos los artistas de la compañía. 



Verdi apenas realizó vida social en Madrid, llegando a negarse a recibir en su hospedaje de la Plaza de Oriente al músico español Fco. Asenjo Barbieri, cosa que este no perdonó. Años después Verdi solicitó ayuda a Barbieri por mediación de Fraschini para acceder a su colección folclórica. Se cuenta, a saber si es verdad, que Barbieri le respondió:

“Tengo la satisfacción de manifestarle que poseo todo cuanto Verdi puede apetecer de este género, como ve usted aquí. Pero haga el favor de decirle que no me da la gana de facilitarle nada”.

Todo esto es en cuanto a su estancia en Madrid.




domingo, 29 de septiembre de 2024

Boccherini.Paco Gómez.



¡Boccherini, el Mozart español que sonaba en las calles de Lavapiés!

¿Alguna vez has escuchado esa melodía tan especial que suena en la película "Master and Commander"? O, más recientemente, ¿la has reconocido como la sintonía del programa de radio "Acontece que no es poco"? Pues esa pieza, "La música nocturna de las calles de Madrid", es obra de un genio italiano que eligió nuestra ciudad como su hogar: Luigi Boccherini.


Haz clic en el enlace para poder escuchar.


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bc/Boccerini_Op11_n%C2%B05_G275_Satz3_Minuett.ogg



Un italiano en Madrid

Boccherini nació en Italia, pero su corazón palpitaba al ritmo de Madrid. Aquí vivió muchos años y compuso algunas de sus obras más famosas. Imaginadle paseando por las calles de la capital, escuchando los sonidos de la ciudad y dejándose inspirar para crear música llena de vida y alegría.

De los palacios a las calles

En Madrid, Boccherini no solo era un compositor reconocido, sino también un músico muy solicitado. Tocó en palacios, compuso para reyes y vivió momentos de gran esplendor. Sin embargo, la vida no siempre fue fácil para él. A pesar de su talento, tuvo que enfrentarse a dificultades económicas y a la pérdida de sus mecenas.

Un legado musical inolvidable

A pesar de los altibajos de su vida, Boccherini dejó un legado musical impresionante. Sus composiciones son una verdadera joya del clasicismo y siguen siendo interpretadas en todo el mundo. Y es que, ¿quién puede resistirse a la belleza y la elegancia de su música?

Las casas de Boccherini, unos rincones de historia.

En el corazón de Madrid, se encuentra una casa que guarda muchos secretos. Allí vivió Boccherini durante varios años y compuso algunas de sus obras más importantes. Hoy en día, esta casa es un lugar de peregrinación para los amantes de la música clásica, me refiero a su casa de la calle de la Madera.
Pero las cosas no le fueron bien y al desaparecer sus mecenas quedó en la ruina y trasladó su morada a una habitación de la calle Ave María, dónde murió.

Boccherini, un madrileño más

Aunque nacido en Italia, Luigi Boccherini se convirtió en un madrileño de corazón. Su música es parte de nuestra historia y de nuestra identidad. Cada vez que escuchamos "La música nocturna de las calles de Madrid", podemos sentir la magia de una época pasada y la belleza de una ciudad que sigue inspirando a artistas de
 todo el mundo.

Destacar de sus obras la que toma la música popular española, el quinteto “El Fandango” proviene originalmente de dos quintetos para dos cellos, donde uno de los cellos ha sido sustituido por la guitarra. Tiene tres movimientos y viene a durar en total unos diecisiete minutos. La versión que escucharemos es la de Pepe Romero a la guitarra con un Conjunto de músicos de la Academy of St. Martin in the Fields.
Los puedes ver en los vídeos que te dejó.


https://youtu.be/wtYb_ARfdl4?si=LYf0HdU9Rs_qPvSL



https://youtu.be/K9jQCmhMUhk?si=xeRwfhm1tL7RHZjt


sábado, 28 de septiembre de 2024

Lavapiés Republicano ( parte 4).Paco Gómez.

 

Desde estas líneas quiero recordar a Machado, catedrático de este instituto, cuando no estaba en este solar de Embajadores.



Por sus creencias políticas fue expedientado por el régimen franquista y expulsado del claustro de profesores. Con la democracia, su figura fue rehabilitada.


Sirvan estos versos para reivindicar su figura.


Homenaje a Machado


En torre, plaza, dama y flor.

Su eco pervive, resonador.

De niño, sueños en cartón.

Y en versos, el alma del cantor.


Los niños juegan, cantan en coro.

Y él, maestro, siembra la palabra.

En cátedra, un faro de aurora.

Que ilumina la noche más oscura.


La fiebre, el martillo en la sien.

Y en su poesía, el alma en pie.

Las mariposas negras, el cuervo.

Y el niño que sueña, sin poder.


Monotonía de lluvia, de invierno.

Y en su verso, la luz del almendro.

La muerte, la ausencia, el destierro.

Y el alma errante, sin reposo.


En Embajadores, su voz renació.

En el Cervantes, su espíritu se halló

un nuevo hogar, donde el verso floreció.

Y su legado, eterno, brilló.


Termino con una de sus mejores composiciones que hace mención del duelo de las dos Españas.

Proverbios y cantares


Nuestras horas son minutos

cuando esperamos saber,

y siglos cuando sabemos

lo que se puede aprender.


La envidia de la virtud

hizo a Caín criminal.

¡Gloria a Caín! Hoy el vicio

es lo que se envidia más.


No se extrañéis, dulces amigos,

que esté mi frente arrugada :

yo vivo en paz con los hombres

y en guerra con mis entrañas.


Ayer soñé que veía

a Dios y que a Dios hablaba :

y soñé que Dios me oía ...

Después soñé que soñaba.


Bueno es saber que los vasos

nos sirven para beber,

lo malo es que no sabemos

para qué sirve la sed.


Todo pasa y todo queda

pero lo nuestro es pasar,

pasar haciendo caminos

caminos sobre la mar.


Hay un español que quiere

vivir y a vivir empieza

entre una España que muere

y otra España que bosteza.


Españolito que vienes

al mundo, te guarde Dios.

Una de las dos Españas

ha de helarte el corazón.


Antonio Machado 


Clic en el enlace


https://www.angelpuente.es/antologia/proverbios.ogg


viernes, 27 de septiembre de 2024

El Cerrillo del Rastro ( Lavapiés Republicano, parte 3)Paco Gómez.

 Del Cerrillo del rastro a General Vara del Rey, pasando por la Plaza de Antonio Zozaya.



Imagínate esta plaza. Antes era la explanada que dejó el matadero de Cerdos, un cerrillo donde se amontonaba todo lo que ya no servía, un pequeño basurero al lado del Rastro. ¡Qué cambio, eh! Con el tiempo, se convirtió en un lugar más bonito y se decidió ponerle un nombre. 


Primero fue Antonio Zozaya, un periodista muy famoso de la época. Los vecinos y visitantes la conocían como la plaza de Zozaya. Pero la vida, y los nombres de las calles, cambian. 


Más tarde, se decidió honrar a un general, Joaquín Vara de Rey, que se portó como un héroe en una guerra. Así que, ¡zas!, la plaza pasó a llamarse Plaza del General Vara de Rey.


¿Y por qué tantos cambios? Pues mira, a veces las ciudades cambian y con ellas los nombres de sus calles. Es como cuando te cambias de casa y tienes que poner tu nombre en el buzón.

Y eso es lo que pasó. Llegó la dictadura de Franco y el cambio del nombre, ya que el dictador estaba enfadado con todo lo que sonará a república y cambió el nombre de la plaza pero se olvidaron de algo muy importante y era quitar la placa de la plaza.. ¡Con las plazas pasa lo mismo!


Lo importante es que, hoy en día, la Plaza del General Vara de Rey sigue siendo un lugar muy conocido y querido por los madrileños. Y si te paseas por allí, puedes pensar en todas las historias que esconde este pequeño rincón de la ciudad. 


Pero, ¿quién era Antonio Zozaya?: Un tipo listo y comprometido

Imaginaos a un señor muy inteligente, que leía muchísimo y escribía un montón. Ese era Antonio Zozaya. Nació en Madrid, fue discípulo de Giner de los Ríos, Salmerón y Gumersindo de Azcárate.

Pero vivió mucho tiempo en otros lugares, como México, donde murió. Era abogado, pero también periodista, escritor y filósofo. ¡Todo un todoterreno!


Un republicano de los de antes

Zozaya era un tipo muy comprometido con la libertad y la justicia. Era de los que creía que todos somos iguales, sin importar de dónde vengas o cuánto dinero tengas. Por eso, era republicano, es decir, estaba en contra de los reyes y quería que el país lo gobernara el pueblo.


Un escritorazo

Además de ser un pensador profundo, Zozaya era un escritorazo. Escribió un montón de artículos sobre política, historia y filosofía. También escribió novelas y tradujo a muchos autores importantes. ¡Era un auténtico genio!


La placa del bar Santurce

Pues bien, este señor tan listo y comprometido vivió muchas aventuras y luchó por sus ideales. Y para recordarlo, en Madrid, en la plaza de General Vara del Rey, hay una placa en su honor, justo encima del bar Santurce. Así que, la próxima vez que paséis por allí, podéis levantar la vista y pensar en Antonio Zozaya, un hombre que dedicó su vida a hacer del mundo un lugar mejor.


¿Por qué era republicano?

Los republicanos, como Zozaya, creen que el poder debe estar en manos del pueblo, y no de una sola persona (un rey o una reina). Piensan que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos, y que nadie debería tener más privilegios que otros. Además, suelen ser muy defensores de la educación y la cultura, porque creen que son fundamentales para que las personas puedan pensar por sí mismas y tomar sus propias decisiones.


En resumen:

Antonio Zozaya fue un hombre muy inteligente y comprometido con sus ideales. Era un republicano que luchó por la libertad y la justicia. Y aunque ya no está con nosotros, su legado sigue vivo gracias a su obra y a esta placa que nos recuerda su figura.