Desde que en 2005 vio la luz la Tertulia del Osorio y el Madroño, gracias al impulso creativo y al
madrileñismo de Carlos Osorio, sus
componentes se han reunido puntual y pertinazmente cada quince días, salvo en
los periodos vacacionales. Ni siquiera el COVID y el consiguiente confinamiento
pudo con la Tertulia, que continuó
su actividad “normal” gracias a la video conferencia, hasta que pudo recuperar las
reuniones presenciales, mascarilla más, mascarilla menos.
Tampoco la obligada trashumancia en busca del local que la
acoja, ha perturbado la actividad de la Tertulia,
más allá de añorar para siempre al inicial ENERI, que ha pasado a ser algo así
como su “paraíso perdido”.
Cada quince días, pues, la Tertulia elige un tema concerniente a Madrid, para que sus miembros
puedan prepararlo y tratarlo con cierta profundidad, pastoreados por el rigor,
la comprensión y la paciencia de su creador y moderador, Carlos Osorio. Hasta ahora se ha tratado de todo, como en botica: Historia
(mucha); Personajes; Arquitectura; Urbanismo; Gastronomía (también mucha);
Literatura; Monumentos; Costumbres; Cementerios; Toros; Cine…, salvo Religión y
Política, todo cabe y cabrá en la temática de la Tertulia. Se podría decir como Don Juan: desde la princesa altiva a la que pesca en ruin barca.
Lo habitual es que el moderador u otro contertulio
introduzcan un tema y a partir de ahí se abra el diálogo y a veces la
controversia según los conocimientos y sensibilidades de los participantes,
pero en general todos tratan que sus intervenciones sean objetivas y
eclécticas, dejando al margen sus visiones más personales por consideración a
los demás y por un cierto rubor.
Parece oportuno abrir un espacio en el que se recoja mucho de
lo que puede haberse quedado al margen de los coloquios de la Tertulia y muy en concreto las
vivencias, sentimientos y recuerdos personales sobre distintos aspectos de
Madrid que los tertulianos deseen compartir. Es decir, que contrariamente a lo
que se hace habitualmente, que es buscar la objetividad (que normalmente no se
consigue) aquí lo que se propone es buscar la subjetividad, el punto de vista personal e intransferible de cada tertuliano
que voluntariamente quiera dar a canocer.
Para ello se ha abierto este blog, en el que se recogen las opciones favoritas de los
tertulianos en muy distintas categorías.
Hemos empezado por los rincones
favoritos de Madrid, los establecimientos
favoritos y los edificios favoritos y
es de suponer que les seguirán: monumentos,
personajes, jardines, fiestas, libros, películas, canciones y cualquier
otro tema que vaya surgiendo.
No está limitado el número de favoritos por categoría, es
decir, cualquier tertuliano puede describir cuantos rincones, edificios, libros, etc., favoritos le plazca y un
mismo rincón, edificio, libro, etc.,
puede ser elegido por más de un tertuliano, ya que al tratarse de vivencias y
recuerdos personales la repetición está descartada.
Lo que se pretende es que el lector “vea” el rincón, edificio, libro, etc., a través
de los ojos de quien lo describe.
El blog debe
considerarse como lo que es: un subproducto derivado de la Tertulia a la que, en el
mejor de los casos, podría complementar, exteriorizando qué y quien es para los
tertulianos NUESTRO MADRID.
Muy bien dicho, Rafael, resumiendo...La Tertulia del Osorio y el Madroño es un foro de debate sobre Madrid que lleva reuniendo a sus miembros desde 2005. El blog que la acompaña pretende dar voz a las vivencias y recuerdos personales de los tertulianos.
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