Recuerdo que
hace veintitantos años nos acercamos una tarde al lago de la Casa de Campo
acompañados de niños para dar de comer a los patos. Después he sabido que una
de las peores cosas que podemos dar a estas aves es pan, palomitas y chuches.
Al caer el pan los patos se alejaron y observamos como el agua entraba en una
especie de agitación para dar paso a un montón de bocas de unos peces enormes
que pugnaban por pillar algún trozo. Los niños más pequeños se asustaron muchísimo.
En el Lago había una sobrepoblación de carpas, barbos y otras especies que
desconozco. Con motivo del último vaciado del estanque se procedió a hacer una
selección de las especies que lo iban a habitar tras el llenado y actualmente
ya no se aprecian signos de sobrepoblación.
La regulación ha venido de una especie que se ha sumado a los habitantes del Lago, en concreto de un ave. Desde hace unos años algunos ejemplares de cormorán grande se han instalado de forma permanente, antes lo hacían durante los meses de invierno para migrar hacia el Norte de Europa en verano, y son unos excelentes pescadores. Paseando por la orilla se puede observar cómo se sumergen en el agua y en una buena parte de las inmersiones salen con un pez en el pico que rápidamente ingieren. Ahora la duda que tengo es si hay suficientes peces para alimentar a estas aves. También se pueden observar gaviotas reidoras y gaviotas sombrías que acuden durante el día a comer a los vertederos de la zona por ser carroñeras y duermen en muchas zonas del río Manzanares, lago de la Casa de Campo, embalse del Pardo, y otros humedales. No conviene acercarse a ellas ya que al estar en contacto con basuras son transmisoras de enfermedades y muy agresivas en época de cría.
En cualquier
caso, la Casa de Campo es uno de los tesoros que tiene Madrid.
Lo normal es que en la regulación de la superpoblación participara el monstruo del Lago liNes, ¿no?
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