martes, 24 de septiembre de 2024

Vestigios republicanos en Lavapiés y sus aledaños. Paco Gómez.

 

"La Fuente de los Machos y otros cuentos de Lavapiés"


¿Te acuerdas de esa fuente que está ahí, en Lavapiés, a la que todo el mundo le decía "la de los machos"? Pues sí, esa misma. ¡Y es que la gente juraba que si te bebías un trago de su agua, te ponías más fuerte que un toro!


En realidad, su nombre oficial es la fuente de Cabestreros, pero a la gente siempre le ha gustado más llamarla así, por lo de los machos. Y es que, antiguamente, se creía que el agua que salía de ahí tenía poderes mágicos para los hombres. ¡Imagínate!


Lo cierto es que esta fuente lleva ahí desde hace siglos. Antes era mucho más ostentosa, con dos caños y un montón de gente haciendo cola para llenar sus cántaros. Pero luego, cuando pusieron el Canal de Isabel II y trajeron el agua a todas las casas, la fuente se quedó un poco anticuada.


Así que la cambiaron por otra, más moderna, con unas luces muy chulas. Pero tampoco duró mucho, porque en 1934 la quitaron y pusieron la que tenemos ahora, la de la República. Esta sí que es especial, porque la hicieron justo cuando estábamos en la Segunda República.

Y lo más curioso de todo es que esta fuente sobrevivió a la Guerra Civil y a la dictadura de Franco. ¿Cómo? Pues gracias a un señor que tenía un quiosco justo al lado y la tapaba con él. Se llamaba Enrique y era un tío enorme, como un armario. ¡Nadie se atrevía a tocar la fuente con él vigilando!

Así que ya ves, esta fuente tiene mucha historia. Y es que, además de ser un lugar donde la gente iba a refrescarse, también era un punto de encuentro para el barrio. ¡Cuántas historias se habrán contado allí!




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