¿Quién encontrará estás chapas? Clic Aquí.
Suelos de Madrid, que guardan la memoria
de pasos que
corren, de historias que afloran,
de sangre y de
venas que palpitan con brío,
fuente de vida que
nutre el gentío.
Viajes de agua que
surcan la urbe,
trayendo frescura,
calmando la fiebre,
ríos subterráneos
que la ciudad abrazan,
susurrando
secretos que nadie deshacen.
Mis muros de
fuego, forjados en la lucha,
resisten embates,
se alzan con mucha,
sobre agua fui
edificada, con firmeza sin par,
más que sedienta,
soy ciudad de amar.
Sitibunda ciudad,
que busca su calma,
en la fuente que
mana, en la aurora que inflama,
conquistando el
cielo con su ávida mirada,
Madrid, ciudad
viva, por siempre soñada.
Madrid, corazón de
España,
que late con
fuerza, con pasión extraña,
un crisol de
culturas, un baile sin fin,
donde el agua y el
fuego se dan sin fin.
En tus calles se
mezclan
el pasado y el
presente, en un lienzo de ensueño,
la alegría y la
pena, la risa y el llanto,
Madrid, ciudad que
guarda su propio canto.
Ciudad de
contrastes,
de luces y
sombras, de sueños constantes,
conquistando el
futuro con paso valiente,
Madrid, ciudad
eterna, siempre incandescente.
En tu nombre
resuena
la historia y la
vida, la lucha y la pena,
el amor y la
esperanza, la fuerza y la entrega,
Madrid, ciudad que
vibra, que nunca se niega.
Oh, Madrid, te
canto
con versos
sentidos, con palabras que encantan,
eres mi refugio,
mi hogar y mi fuente,
Madrid, ciudad que
me abraza eternamente.
¿Y dicho todo esto, dónde están estás chapas que marcan las venas de Madrid?
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