viernes, 26 de enero de 2024

Cuentos y leyendas: Paco Gómez

Entre el cuento y la leyenda no hay una gran diferencia, son dos caras de una misma moneda, dos caminos que llevan a la misma esencia.

Los eruditos nos dicen que la leyenda se basa en un hecho real, mientras que el cuento es ficticio, pero ¿qué importa el origen? Lo importante es la magia, el poder de transportarnos a mundos lejanos, a lugares fantásticos, donde los sueños se hacen realidad. Yo prefiero los cuentos, aquellos que me hicieron feliz en mi infancia, aquellos que me llevaron a aventuras increíbles, a conocer a héroes inigualables. 

Como el inolvidable Saturnino Calleja, que con sus libros nos hizo vivir hazañas, nos hizo soñar, nos hizo creer en nosotros mismos.

Imprenta de Saturnino Calleja en la calle Valencia 28 en cuyo solar se edificó la casa en la que viví largos años.

Y a mi querido primo Arturo del Hoyo (Biografía AQUÍ), que a pesar de las dificultades, con su pluma (por rojo) nos regaló historias que nos hicieron viajar a otros mundos, a otras realidades.

Cuentos y leyendas, dos formas de expresión, dos maneras de contar, dos caminos que llevan al mismo destino: El corazón de los niños.

Lo diré de una forma más poética.

Cuentos y leyendas.

En la noche de los tiempos,

entre la luz y la sombra,

surgen los cuentos y las leyendas,

para contarnos historias,

para enseñarnos valores,

para alimentar nuestra imaginación.

Los cuentos son relatos ficticios,

que nos transportan a mundos lejanos,

a lugares fantásticos,

donde los sueños se hacen realidad.

Las leyendas, por su parte,

se basan en hechos reales,

pero a lo largo del tiempo,

se han ido transformando,

hasta convertirse en historias mágicas,

que nos hablan de héroes,

de monstruos,

de seres mitológicos.

Cuentos y leyendas, 

dos caras de una misma moneda,

que nos ayudan a comprender el mundo,

a descubrir nuestra propia identidad,

a volar hacia la esperanza.

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